En primer plano el puente romano sobre el río Tormes, y al fondo de izquierda a derecha, la Clerecía, la Universidad, las dos Catedrales y el Convento de San Esteban. Salamanca te embelesa con la contemplación de su silueta; luego, si atraviesas el bimilenario puente, y te adentras en su casco histórico, la satisfacción de los sentidos se multiplica. Decía de ella Lope de Vega:
ínclita ciudad famosa
Favorecida del cielo
Real Universidad
Madre de tantos ingenios
Famosa Universidad
Salve luz del Evangelio
Celebrada en todo el mundo
Con razón
íY gozaremos de la ciudad insigne
Que a Paris y Bolonia excede en letras¡
Salamanca es requiebro, pìedra, luz.... Inicias bien tu serie, Pablo, ofreciendo su imagen más caracteristica, donde el sol de los ocasos cada tarde le da su candoroso abrazo...
ResponderEliminarY el mio, ahí va.
Luis.
Con la gran suerte de haberla disfrutado unas pocas horas este verano pasado, tengo que darte la enhorabuena por la foto y por el texto.
ResponderEliminarBesos
Hola Pablo, ay Salamanca, que tiempos... de juergas juveniles.
ResponderEliminarLa tengo a escasas 3 horas de coche y hace tiempo que no voy.
Una de esas ciudades que te enganchan.
Un abrazo
Precioso Salamanca. Un lugar que me trae maravillosos recuerdos.
ResponderEliminarBesos y susurros muy cálidos
Tenía toda la razón el Fénix de los Ingenios, (don Lope).
ResponderEliminarSalamanca es mucho, querido Pablo.
Y la foto también.
Un fuerte abrazo.
Salamanca junto con Córdoba son las dos únicas ciudades "patrimonio de la humanidad" que no conozco de España. Te adelanté con Segovia pero me temo que me has adelantado en Valladolid. Espero poder también visitarla en un futuro próximo. Ganas me quedan viendo las fotos. Un abrazo.
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